A sus 41 años, Aaron Rodgers ha decidido prolongar su carrera profesional con un nuevo y sorprendente destino: los Pittsburgh Steelers. El veterano mariscal de campo firmó un contrato por una temporada, justo antes del inicio del mini-campamento, lo que generó expectativas inmediatas en el entorno de la NFL.
El movimiento llega en un momento crítico para los Steelers, quienes no han logrado encontrar estabilidad en la posición de quarterback desde la retirada del legendario Ben Roethlisberger en 2021. Con esta firma, la organización busca recuperar el protagonismo perdido en la AFC.
Rodgers compartirá la sala de mariscales con Mason Rudolph, Skylar Thompson y el novato Will Howard. La competencia por el puesto titular será intensa, aunque la experiencia del cuatro veces MVP le otorga una ventaja significativa en esta batalla interna.
El paso de Rodgers por los Jets fue complejo: en 2023 apenas pudo jugar debido a una rotura de Aquiles, y antes de eso, su rendimiento fue irregular pese a registrar 3,897 yardas y 28 touchdowns en una temporada decepcionante. Ahora, su objetivo es recuperar su mejor versión.
Con un plantel talentoso y una defensa sólida, el quarterback confía en guiar a los Steelers de vuelta a los playoffs. Su llegada podría ser el impulso que Pittsburgh necesitaba para volver a ser contendiente en la NFL.