Los casos positivos de COVID-19 continúan afectando a la NFL. Ahora son los Raiders quienes se vieron afectados por la pandemia, ya que su partido del domingo por la noche ante los Buccaneers ya fue cambiado de hora para evitar que la afición se quede sin Sunday Night Football.
El reencuentro entre Tom Brady y Jon Gruden en la nueva casa de los "Malosos" fue adelantado para la tarde del domingo. Por si fuera poco, el juego entre Seattle y Arizona fue aplazado al horario estelar para que los horarios televisivos se mantuvieran cubiertos en caso de que el duelo entre Tampa Bay y Las Vegas no se efectúe en la fecha estipulada.
"Estas decisiones fueron tomadas con todas las medidas precautorias para asegurar que habrá un juego disponible para los aficionados en el Sunday Night Football. Esperamos que el partido Buccaneers-Raiders se juegue la tarde del domingo. Las decisiones de programación son realizadas para la seguridad y salud de jugadores, entrenadores y personal presente en el partido", indicó la NFL en un comunicado.
El liniero ofensivo de los Raiders, Trent Brown, dio positivo a coronavirus y el equipo decidió que el resto del grupo se ausentara de las prácticas. Las Vegas entrenó con suplentes en las trincheras de cara al duelo ante los Buccaneers. El profundo Jonathan Abram tampoco vio actividad en la práctica como medida para evitar la propagación del virus.
“Al parecer estuvo Trent (Brown)”, declaró Jon Gruden sobre sus elementos que fueron retirados de la práctica. “No puedo decir nada más. Esperamos tener a algunos jugadores de regreso mañana o antes del domingo”, agregó el entrenador en jefe, quien se manifestó preocupado por la situación que atraviesa su equipo.