El emperador de Japón Naruhito declaró oficialmente abiertos los Juegos Paralímpicos de Tokio este martes en la ceremonia de apertura en el Estadio Nacional, 16 días después de la clausura de los Juegos Olímpicos y un año después de la fecha prevista inicialmente.
"Declaro abiertos los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020", pronunció detrás de su mascarilla blanca el emperador Naruhito desde el palco de autoridades del estadio, privado de espectadores debido a la puerta cerrada generalizada decretada para hacer frente a la quinta ola de Covid-19 que golpea Japón.
Apenas algunos dirigentes y medios de información pudieron asistir al espectáculo y al desfile de las delegaciones que supone el punto de partida de 13 días de una exposición mediática inusual en los deportes paralímpicos, ya que se espera una audiencia de cuatro mil millones de telespectadores a lo largo de la cita, según el Comité Paralímpico Internacional.
Hasta el 5 de septiembre, 4.400 deportistas paralímpicos aspirarán a las 539 medallas de oro en liza.
"No alcanzo a creerme que al fin estamos aquí", se congratuló el presidente del Comité Paralímpico Internacional Andrew Parsons este martes. "Muchos dudaban que este día llegaría, muchos pensaban que era imposible, pero gracias a los esfuerzos de muchos, el evento deportivo dotado de la mayor fuerza de cambio del planeta está a punto de comenzar".
Japón presenta la segunda delegación más numerosa, con 254 deportistas, por detrás de China, dominadora del medallero en todas las ediciones desde 2004.
La ceremonia, con el tema anunciado 'Tenemos alas', recreó un aeropuerto en el Estadio Nacional para las necesidades del hilo argumental: un avión de un solo ala, interpretado por una adolescente de 13 años en silla de ruedas, que termina por lograr volar.
El comité de refugiados abrió el desfile, liderado por el nadador refugiado afgano Abbas Karimi y la lanzadora siria Alia Issa, primera mujer en integrar la delegación.
En cuanto a la bandera afgana, desfiló a pesar de la ausencia de sus dos atletas representantes, que no han podido llegar a Tokio debido a la toma de poder de los talibanes. Su paso fue aplaudido incluso por una parte de los periodistas y autoridades.
El archipiélago nipón registra un récord de 25.000 casos diarios estos últimos días y Tokio afronta su octava semana de estado de urgencia.
Algunos hechos en el recinto así lo recordaron: la ausencia de deportistas de Nueva Zelanda o la reducción de la presencia brasileña a cuatro personas.