Las protestas en contra del racismo a lo largo y ancho del mundo, y principalmente en Estados Unidos, han provocado que la compañía FedEx, principal patrocinador de los Washington Redskins, se una a las peticiones para que el equipo de la NFL cambie su nombre, en respuesta a la creciente presión por parte de aquellos que consideran su denominación como ofensiva para los nativos americanos. La empresa pidió al dueño de la franquicia, Daniel Snyder, no sólo modificar el nombre del equipo, sino también su logotipo.
Otros importantes patrocinadores de los (hasta ahora) Redskins, como PepsiCo y Nike, también enviaron cartas a la directiva de la franquicia para conseguir el cambio de nombre. Incluso Nike, marca que viste a todos los equipos de la NFL, eliminó la mercancía de Washington de su página oficial.
Washington ya hizo su pronunciamiento y el pasado viernes 3 de julio, el club emitió un comunicado anunciando que: "A la luz de los acontecimientos recientes (la institución) considerará cuidadosamente un cambio de nombre".
A su vez, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, declaró que apoyaba esa intención, y señaló que en las últimas semanas ha estado discutiendo el posible nuevo nombre del club con su propietario.