La NFL eligió un choque legendario para abrir su nueva campaña: los Philadelphia Eagles recibirán a los Dallas Cowboys en el tradicional “NFL Kickoff Game” del 4 de septiembre, en el Lincoln Financial Field. Una rivalidad de décadas será el platillo fuerte para dar inicio a una temporada que promete emociones fuertes.
El duelo se convierte aún más atractivo por el contexto: Filadelfia celebrará su campeonato del Super Bowl LIX frente a su eterno rival. Jalen Hurts, mariscal y MVP del 2024, liderará un ataque explosivo ante un Dak Prescott que regresa con hambre tras una campaña marcada por las lesiones.
Aunque Prescott tiene un récord ganador contra los Eagles (9-4), nunca ha iniciado una temporada regular ante ellos. Esa estadística añade sabor a un partido que será seguido por millones de fanáticos en televisión abierta.
Las estadísticas están del lado de Filadelfia: los campeones defensores han ganado 20 de los últimos 25 partidos inaugurales desde el año 2000. Su plantilla combina juventud, experiencia y continuidad, lo que los posiciona como favoritos en su división.
Sin embargo, Dallas no se queda atrás. Su offseason fue estratégico, fortaleciendo la línea ofensiva y preparando el regreso de Prescott. Este juego no solo es una prueba de poder, sino una vitrina para demostrar que los Cowboys están listos para romper el dominio de su odiado rival.