Ayer, tras reportarse el conjunto Rojo después del período de vacaciones, llamaba la atención que durante el entrenamiento en medio de la plantilla figuraba un joven, que por la barba no lo parecía tanto, aproximadamente 1.80 de estatura, pero sobre todo, un jugador que nadie había visto en el plantel.
Te mentiría si dijera que lo reconocí al instante,es más, te estoy mintiendo al decir que sabía quién era. Inclusive hubo algunos compañeros que mencionaban que era uno de los chavos de fuerzas básicas.
Fue hasta que antes de conferencia de prensa se anunció al nuevo refuerzo, Luis Donaldo García Hernández, proveniente de Necaxa.
Seamos honestos, está muy lejos de ser el refuerzo que esperaba la afición y aún más de ser un fichaje bomba para la liga.
Sin embargo, a pesar de su corta edad (21 años) ya ha militado en dos equipos de primera división, Jaguares de Chiapas, donde fue debutado por La Volpe en 2016 y Necaxa. Sin mencionar que tuvo participación con cafetaleros en Liga de Ascenso.
Si bien es cierto disputó una final con Necaxa sub 20 en 2018, también lo es que el torneo pasado no vio ni un solo minuto con el primer equipo en la liga.
Quizás sea una forma de resarcir la salida de Adrián Mora. ¿Todavía duele verdad?. A pesar de ello, no me atrevo a criticar ni por un segundo la llegada García, y la única razón de ello es que lo trajo La Volpe, quien a mí parecer, se ha ganado a pulso el beneficio de la duda cuando de juveniles se trata. Si no pregúntele a Diego Laínez o a un tal Andrés Guardado.