Por primera vez en las 54 finales que registra la final de la NFL desde sus comienzos en Estados Unidos, una mujer será una pieza clave entre los principales protagonistas.
Katie Sowers, nacida en Hesston, Kansas, hace 33 años, ocupará su puesto de coach asistente del entrenador de San Francisco 49ers, Michael "Kyle" Shanahan, en el Super bowl el 2 de febrero contra Kansas City Chiefs en Miami, Florida.
Pero el vínculo de Katie Sowers con el fútbol americano se había iniciado mucho antes. Empezó a practicar el deporte a los 8 años y se transformó en jugadora profesional una vez que fichó para West Michigan Mayhem, para disputar el torneo Wommen's Football Alliance. Alcanzó su máximo rendimiento con Kansas City Titans, lo que le permitió llegar a la Selección de Estados Unidos y conquistar el título del Mundial Femenino y la Medalla de Oro en 2013. La dura exigencia de los entrenamientos y los partidos no le impidió recibirse de kinesióloga en la Universidad Central de Missouri, en 2012.
La asistente del entrenador principal del equipo es considerada la primera coach en la historia de la NFL en declararse abiertamente de la comunidad gay. "Es necesario crear un ambiente que acoja a todas las personas sin importar su raza, género u orientación sexual", reclama para explicar su postura "contra la homofobia y el rechazo que enfrentan las personas LGBTI en el mundo del deporte".