En una sentencia que a futuro podría tener fuertes implicaciones para la industria del entretenimiento y el ascendente campo de la inteligencia artificial (IA), la jueza federal Beryl Howell, del Distrito de Columbia, dictaminó que las obras creadas por dicha tecnología no podrán protegerse bajo los derechos de autor.
La postura de la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos surge como respuesta a la demanda de Stephen Thaler, quien impugnaba la postura del gobierno americano de negarse a registrar imágenes con IA.
Thaler, director ejecutivo de la empresa de redes neuronales Imagination Engines, solicitó registrar un sistema de IA, llamado “La Máquina de Creatividad”, como único creador de una obra artística titulada “Una Entrada Reciente al Paraíso”. Sin embargo, la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos denegó la petición, afirmando que la conexión entre la mente humana y la expresión creativa es un elemento vital de protección.
Por este motivo, interpuso una demanda, impugnando la denegación y requisito de autoría humana de la oficina. En ella, argumentó que la IA debería ser reconocida como “autora cuando cumpla los criterios de autoría, y que la propiedad debería recaer en el dueño del artefacto”; además, sostenía que la denegación de la Oficina era arbitraria e infringía la Ley de Procedimiento Administrativo.
No obstante, recientemente la jueza Howell confirmó la decisión de la agencia, al tiempo de declarar que la ley de derechos de autor nunca se ha extendido tanto para proteger las obras generadas por nuevas formas de tecnología, las cuales operan sin ninguna mano humana que las guíe.
“Aunque las cámaras generan reproducciones mecánicas de escenas, sólo lo hacen después de que un ser humano desarrolle una concepción mental de la foto, que implica decisiones como la colocación del sujeto, los arreglos y la iluminación”, escribió la autoridad.
“La participación humana en la obra en cuestión y el control creativo final sobre la misma, fueron la clave para concluir que el nuevo tipo de obra entraba dentro de los límites de derechos de autor”, precisó.