Imagina que recibes un e-mail por teléfono celular, computadora o aplicación y el remitente eres tú mismo. Posiblemente, esto captará tu atención de inmediato y te resultará muy difícil resistir la tentación de abrirlo y hacer clic en el enlace para saber de qué se trata.
Este tipo de envíos, que pueden estar encabezados por títulos o referencias a asuntos muy llamativos, y cuyo remitente es el propio destinatario, son una nueva modalidad de ciberataque conocida como “Spoofing”, la cual poco a poco aumenta de popularidad en el mundo del internet.
Para lograr su cometido, el estafador se hace pasar por un contacto de confianza con el objetivo de acceder a información personal, extraer dinero o simplemente expandir el virus mediante archivos adjuntos y enlaces infectados. ¿Cómo? Suplantando la dirección de correo electrónico en cuestión de un dominio privado de la víctima.
De igual manera, los mensajes de “Spoofing” pueden traer consigo amenazas vinculadas a la “sextorsión”, ciberdelito que consiste en amenazar al afectado con difundir y hacer públicos contenidos íntimos, tales como fotos o videos.
Ante esta situación, los expertos recomiendan un par de maneras para detectar que alguien está suplantando nuestra identidad por correo electrónico:
1.- Prestar mucha atención a la dirección e-mail desde la cual se envió el mensaje, ya que, si no coincide, resulta probable que se trate de un impostor.
2.- Fijarse en el lenguaje del correo electrónico; es decir, cerciorarse si éste se encuentra escrito tal y como tú lo harías. En caso de ser sospechoso, lo mejor será ponerse en contacto con las autoridades correspondientes.