La idea nació tras una visita que Magnus Egerstedt, presidente de la escuela Steve C. Chaddick y profesor en la Escuela de Ingeniería Eléctrica e Informática del Instituto de Tecnología de Georgia, hizo a un viñedo en Costa Rica, donde vio perezosos de dos dedos arrastrándose a lo largo de los cables aéreos, en busca de alimento en las copas de los árboles.
"Resulta que eran estratégicamente lentos, que es lo que necesitamos si queremos desplegar robots durante largos períodos de tiempo", dijo.
Como sabemos, los perezosos utilizan muy poca energía. Siguiendo esta línea, el robot sólo se moverá cuando sea necesario y localizará la luz solar cuando sus baterías requieran ser recargadas. Utilizar poca energía es ideal para los estudios de ecosistemas durante periodos prolongados, incluso por varios años.
¿Cómo salvará a las especies amenazadas?
El robot SlothBot, con el apoyo de la National Science Foundation y de la Oficina de Investigación Naval, podría ayudar a los científicos a comprender mejor los factores abióticos (como pueden ser agua, luz, radiación solar, temperatura, humedad, atmósfera, acidez y condiciones del suelo) que afectan a los ecosistemas críticos, proporcionando una nueva herramienta para desarrollar información necesaria para proteger especies raras y ecosistemas en peligro de extinción.
Así pues, el robot podría investigar de forma remota en otros lugares del mundo y ayudar a comprender lo que sucede con los polinizadores, las interacciones entre plantas y animales y otros fenómenos que son difíciles de observar.