Inicialmente, tenemos que saber que el topónimo "México" proviene de la voz náhuatl “Méshico”. A su vez, "Méshico" quiere decir “lugar en el ombligo de la luna” (existen varias versiones). El vocablo “metzi” quiere decir luna, “xictli” significa centro u ombligo, y el sufijo “co” indica que se trata de un lugar.
A su vez, los mexicas o aztecas fundaron en el lago de Texcoco (lago de la luna) la ciudad de México-Tenochtitlán y, posteriormente, su hermana gemela México-Tlatelolco.
La voz náhuatl para "México" actualmente se escucha “Méshico”, es decir, la “x” se pronuncia como “sh”. Ahora bien, ¿por qué no se escribe con “sh”?
De acuerdo con el filólogo Juan Nadal, en el español de antaño o castellano medieval existía el sonido fricativo prepalatal sordo que suena como “sh”. Posteriormente, el rey Alfonso X de Castilla, mejor conocido como “El Sabio”, instauró la Norma Alfonsí de la escritura en el siglo XIII; en ella se estableció que el sonido “sh” debía escribirse con “x”.
Cuando los españoles conquistaron Mesoamérica, adoptaron la palabra "Méshico" para escribirla bajo la Norma Alfonsí; con ello nació el topónimo “México”. Sin embargo, antes del siglo XVI, el castellano había sufrido algunas mutaciones, entre ellas, la pérdida del sonido fricativo prepalatal sordo “sh”, que terminó desapareciendo un siglo más tarde. A pesar de ello, y debido a su herencia prehispánica, en nuestro país su uso aún es muy amplio y común.
De forma simultánea, en el castellano del siglo XVI existía el sonido fricativo velar sordo que suena como “j”. Cuando en el siglo XVII se dejó de pronunciar la “sh”, la “j” fungió como remplazo. Así nació finalmente la palabra "Méjico", misma que comenzó una acalorada batalla contra "México" pronunciada con “j” o “g”.
En 1815, la RAE instauró la Ortografía de la Lengua Castellana, en la que se estableció la norma de que todas las palabras que se escribían con “x” y se pronunciaran con “j” tenían que escribirse con jota”. Sin embargo, en la Nueva España no fue bien recibida dicha instrucción, ya que, para entonces, había comenzado el movimiento independentista. Como resultado, escribir el nombre de nuestro país con equis se transformó en un símbolo de resistencia y nacionalismo. Por su parte, la Academia Mexicana de la Lengua jamás admitió el uso de la jota.
Fue hasta 1992 cuando la RAE aceptó que "México" puede escribirse con “x” o “j”. Finalmente, en 2011, la RAE recomendó el uso de la “x”, aunque aún falta que reconozca que este es la forma correcta de su escritura.
Así que escribir “Méjico” es correcto, sin embargo, no honra la gran historia de la palabra que define a toda una nación.