Un dato curioso sobre el capitolio, ¿sabías que dentro hay puertas en miniatura?
La pregunta ahora es ¿por qué hay puertas en miniatura?
Las puertas en miniatura tienen un propósito real y eso tiene que ver con algo que pasó hace mucho tiempo.
En la víspera de navidad de 1851, un incendio acabó con unos 35.000 libros de la Biblioteca del Congreso, que estaba en el edificio del Capitolio.
Esta tragedia pudo haberse evitado si el Capitolio hubiese contado con agua para detener el fuego. Con el tiempo se cambió la Biblioteca del Congreso al edificio Thomas Jefferson.
Luego de esa experiencia, los ingenieros diseñaron un sistema de grifos a lo largo del edificio. Para ocultar los grifos diseñaron unas puertas en miniatura como camuflaje y a la vez servían de decoración para el interior, razón por la que las puertas solo miden 30 pulgadas (76 centímetros) de altura. El agua serviría para evitar que un incendio futuro se propagara, además de esa forma había agua suficiente para la limpieza de pisos.
El sistema de agua de Montgomery C. Meigs ha experimentado muchas mejoras y aún hoy en día lleva agua a la ciudad de Washington. El capitolio también ha experimentado renovaciones todo ese tiempo, los sistemas de agua y contraincendios son más modernos, de modo que los grifos detrás de las pequeñas puertas ya no son necesarios; aun así, siguen formando una parte importante del Capitolio, según explica en su sitio web. Los visitantes son libres de imaginarse qué hay detrás de esas puertas en miniatura bellamente decoradas.