El plástico está por todas partes en el océano, hasta en sus rincones más profundos. Permanece y acecha en el agua, convirtiéndose en una historia de terror de la vida real. Y las piezas de Lego, esos juguetitos de plástico tan conocidos y aparentemente inofensivos, no son la excepción.
Un estudio encabezado por investigadores de la Universidad de Plymouth, Reino Unido, calcula que las piezas de Lego podrían sobrevivir en el océano entre 100 y 1 300 años.
El equipo estudió las piezas de Lego recolectadas durante las limpiezas de playas en Inglaterra; midieron la masa y el tamaño de los ladrillitos, y examinaron sus cambios químicos.
"Al combinar esos artículos con otros juegos similares comprados en las décadas de 1970 y 1980, los investigadores pudieron identificar los niveles de desgaste y, como resultado, estimar cuánto tiempo podrían durar las piezas en el medio marino", dijo la Universidad de Plymouth en un comunicado.
Lego es consciente del impacto ambiental de los plásticos y está trabajando para fabricar sus piezas a partir de materiales sustentables para 2030. La compañía ya está experimentando con piezas hechas de polietileno a base de caña de azúcar, pero estos no son biodegradables. Los investigadores no analizaron cuánto tiempo podrían durar esas piezas más nuevas en el océano.
El estudio no tiene como objetivo señalar con el dedo acusador a Lego, sino más bien comprender cuánto tiempo pueden persistir ciertos tipos de plástico en el medio marino.
Los patrones de desgaste que se ven en las piezas de Lego con registro de agua sugieren que se descomponen en microplásticos, algo que puede resultar dañino para la vida marina.
Como dijo el encargado del estudio, Andrew Turner, "una vez más, enfatiza la importancia de que las personas eliminen de manera adecuada los artículos usados para garantizar que no planteen problemas potenciales para el medio ambiente".