Tras acumular pilas de basura de vasos rojos de plástico después de una fiesta, la mexicana Ana Cristina Dorantes ideó una alternativa comestible a los desechables con sus conocimientos como diseñadora industrial.
Al enterarse de la idea, su hermana Carolina dejó su empleo en una empresa multinacional para juntas fundar Food Lab, su propio negocio que ya tiene en el mercado los vasos Yummy Shots, hechos de gomita, y que está por lanzar popotes de harina de trigo.
Seis años después de la idea, informa la emprendedora, Yummy Shots se consigue en 300 puntos de venta en México, en Texas y por Amazon en Estados Unidos, además de estar a punto de llegar a España.
Hay entidades que van más allá, donde ya han prohibido bolsas y popotes de plástico, además de regular el poliestireno, un plástico espumado que en México se conoce como “unicel” y se usa para fabricar platos desechables.
Carolina afirma que esto ha aumentado el interés del consumidor por productos, lo que demuestra el auge de cubiertos y servilletas hechos con materiales como aguacate u otras plantas.
Prueba de su éxito es la aparición que tuvieron en la lista de las “30 promesas de 2020” de la revista Forbes México y en el programa de televisión “Shark Tank”, en el que atrajeron la inversión de un magnate mexicano.