Un astrónomo del Instituto Carnegie de Washington acaba de anunciar el descubrimiento de 2021 PH27, un asteroide que orbita el Sol en tan solo 113 días: es el periodo orbital más corto conocido para un asteroide y el segundo más corto para cualquier cuerpo celeste de nuestro sistema solar después de Mercurio, que necesita tan solo 88 días para completar una vuelta.
Sin embargo, 2021 PH27 realiza una órbita elíptica que hace que, en algunos tramos, se acerque mucho más al Sol: unos 20 millones de km en la aproximación más cercana, en comparación con 47 millones de km para Mercurio. El asteroide tiene en torno a un kilómetro de tamaño y se encuentra en una órbita inestable que cruza las de Mercurio y Venus, lo que significa que probablemente será destruido en una colisión contra alguno de estos planetas o contra el mismo Sol, o bien será expulsado de su posición actual.
2021 PH27 fue descubierto a partir de imágenes tomadas por un equipo de científicos de la Universidad de Brown (Estados Unidos) y obtenidas con la Cámara de Energía Oscura montada en el Telescopio Víctor M. Blanco de 4 metros del Observatorio Interamericano de Cerro Tololo, en Chile.
El estudio de este tipo de cuerpos es útil para ayudar a los científicos a comprender dónde se originaron los asteroides y las fuerzas que dieron forma a la arquitectura de nuestro sistema solar. “Lo más probable es que 2021 PH27 haya salido del Cinturón Principal de Asteroides entre Júpiter y Marte y que la gravedad de los planetas internos haya moldeado su órbita hasta tener la configuración actual” explica Scott S. Sheppard, el astrónomo que ha realizado el descubrimiento.
“Aunque, si nos basamos en su gran ángulo de inclinación de 32 grados, es posible que 2021 PH27 sea un cometa extinto del sistema solar exterior que se aventura demasiado cerca de uno de los planetas". Debido a que 2021 PH27 está tan cerca del campo gravitacional masivo del Sol, experimenta con mayor intensidad los efectos relativistas generales. Esto se manifiesta en una ligera desviación angular en su órbita elíptica a lo largo del tiempo, un movimiento llamado precesión.
La observación de la precesión de Mercurio desconcertó a los científicos hasta que la Teoría de la Relatividad General de Einstein explicó sus ajustes orbitales a lo largo del tiempo. La precesión de 2021 PH27 es incluso más rápida que la de Mercurio. "2021 PH27 se acerca tanto al Sol que la temperatura de su superficie llega a alrededor de 482 grados Celsius en la aproximación más cercana, lo suficientemente elevada como para derretir el plomo", explica el científico.
Identificar posibles impactos
Los censos de asteroides cerca y dentro de la órbita de la Tierra son cruciales para identificar aquellos que potencialmente podrían impactar en nuestro planeta, pero son difíciles de detectar porque se suelen aproximar a nuestro planeta de día, mientras que las observaciones se hacen habitualmente en el crepúsculo. En breve, el nuevo asteroide pasará detrás del Sol y no será observable desde la Tierra hasta principios del próximo año, momento en el que los observadores podrán refinar su órbita con la precisión necesaria para darle un nombre oficial.