La bioluminiscencia en las costas de China puede ser hermosa, pero también es tóxica, y de acuerdo con un estudio reciente, crece cada año.
Por primera vez, científicos utilizaron satélites para rastrear el plancton bioluminiscente (Noctiluca scintillans) responsable de producir ‘lágrimas azules’ en el Mar de China Oriental.
Este deslumbrante paisaje es causado por organismos unicelulares que se encuentran en las aguas costeras de todo el mundo, llamados dinoflagelados. Durante la noche los organismos brillan de un color azul cuando son perturbados por nadadores, olas o barcos que pasan.
La deslumbrante luz azul se observa en la oscuridad en muchas de las orillas de China y se ha convertido en una importante atracción turística en los últimos años.
De acuerdo con el oceanógrafo Chanmin Hu, de la Universidad del Sur de Florida, estos organismos son tóxicos, a pesar de que la gente piense que son románticos o hermosos de ver en la noche.
En un nuevo estudio, publicado en la revista Geofysical Research Letters, un grupo de investigadores desarrolló una forma de rastrear las flores de centelleo por satélite
El oceanógrafo Chanmin Hu y su equipo utilizaron datos satelitales para rastrear el tamaño de la floración a lo largo del tiempo, desde el 2000 hasta el 2017.
Al analizar cerca de mil imágenes satelitales, lograron identificar una firma única para las ‘lágrimas azules’: las longitudes de onda de la luz reflejada por esta criatura en particular.
«Es como una huella digital», dijo Hu, y utilizándola encontraron que la floración, que normalmente se ve cerca de la costa, está extendiendo su alcance hacia aguas más profundas.
Problemas para vida marina
El fenómeno puede envenenar a la vida marina, desde peces hasta tortugas marinas, puede incluso enfermar a los humanos.
Los dinoflagelados en realidad no son tóxicos en sí mismos, hasta que comienzan a tragar, pues, las algas tóxicas son el alimento de su elección, y mientras comen, liberan amoníaco y otros productos químicos que envenenan el agua que los rodea.
Por si fuera poco, estas criaturas respiran oxígeno hasta que no queda nada en las aguas circundantes.
Hu y su equipo no espera que la floración reduzca, además, no han podido establecer la causa de las lágrimas azules, pero creen que es la contaminación de la agricultura.
El río Yangtze podría ser el causante, pues desemboca en en el Mar de China Oriental, cargado de fertilizantes, lo que proporciona a este organismo unicelular dosis masivas de los nutrientes que necesita para crecer.