China es una, si no la mayor, potencia del mundo. Estamos acostumbrados a ver como se construyen, colegios o rascacielos en una semana.
Incluso recordamos como en las Olimpiadas de Pekín aseguraron que podrían controlar el clima, disipando las nubes o, por el contrario, concentrándolas para que llueva. Así es China, mucho dinero, mucha gente, mucha motivación y mucha fe.
China ha logrado hacer funcionar su proyecto, pero no se trata de una bola de fuego que vaya a volar cuál dron por los aires sino de un reactor nuclear que, por nuestro bien, debe estar bien agarrado al suelo. Llamado EAST (Experimental Advanced Superconducting Tokamak), este "Sol artificial" ha multiplicado por cinco la temperatura del sol, durante más de 17 minutos, con 70 millones de grados. Según informa Independent haciéndose eco de comunicaciones de la Agencia de Noticias Xinhua, el objetivo principal de este proyecto es producir una energía limpia casi ilimitada. La idea base es sencilla, emular las reacciones que se producen de manera natural dentro de las estrellas.
El proyecto, que ya se acerca a los 1.000 millones de dólares de inversión y que seguirá experimentando hasta junio, se basa en un reactor de fusión nuclear. Aunque más peligrosa que las energías renovables, la fusión nuclear es para muchos la mejora definitiva de la inigualable energía nuclear de las centrales que ya conocemos. Eso sí, en ellas deberíamos hablar de fisión cuando aquí hablamos de fusión.
Los reactores de fusión no separan sino que fusionan nucleares atómicos creando una cantidad masiva de energía que, tras más años de investigación, se podría convertir en electricidad. Al contrario que la fisión, no genera residuos peligrosos y tampoco requiere combustibles fósiles. También, aseguran, existe un riesgo mucho menor de desastre ambiental.
En Marsella, Francia, y Reino Unido, ya hay planes para comenzar un proyecto de investigación similar en lo que, por ahora, es lo más cercano que estamos de alcanzar la tecnología que nos permita crear una cantidad masiva de energía de manera limpia y sostenible. Por ejemplo, el Proyecto STEP, del Reino Unido, se plantea dar energía a los hogares con esta tecnología en 2040.