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Publicado en CURIOSIDADES

El misterio de Chac Mool, la escultura que adoraban los pueblos prehispánicos

Domingo, 16 Agosto 2020 23:05 Escrito por 

Las culturas prehispánicas de Mesoamérica compartieron distintos dioses en común que, a pesar de algunas diferencias, aparecen representados en pirámides, templos y ciudades antiguas. El mejor ejemplo de esto es Quetzalcóatl, "la serpiente emplumada", que lo mismo fue adorado por los mayas –lo llamaban Kukulkán–, que por los nahuas del centro de México. Sin embargo, entre todos los elementos compartidos por los pueblos prehispánicos, una escultura hallada, tanto en Tula, como en Chichén Itzá y Teotihuacán, ha causado misterio y sorpresa por su peculiar figura: Chac Mool.

Se trata de una escultura de proporciones humanas recostada sobre sus codos, con las rodillas levantadas y unidas y un casco en la cabeza, que siempre está mirando hacia un costado. En algunas ocasiones, las representaciones de Chac Mool tienen ambas manos juntas sobre el vientre, mientras sostiene una especie de plato o vasija.

El primer Chac Mool fue descubierto en Chichén Itzá por el explorador francoamericano Augustus Le Plongeon en 1874. Desde entonces, esta escultura ha sido encontrada en, al menos, otras 25 ocasiones por todo el sur y centro del país; desde Quintana Roo y Yucatán, hasta Tula, Michoacán, Tlaxcala, Querétaro y la Ciudad de México.

Las teorías sobre el significado de los Chac Mool han generado un sinfín de interpretaciones. El mismo Le Plongeon consideraba que se trataba de la representación de un gobernante maya itzá (de ahí su nombre); sin embargo, esta teoría fue desestimada posteriormente. Otras explicaciones aseguran que esta figura se inspiró en algunas deidades, tanto terrestres, como acuáticas; incluso que se trataba de una advocación al Sol relacionado con la fertilidad, y hasta la representación de un sacerdote o guerrero, como lo describe Mercedes de la Garza, historiadora y académica, respecto del Chac Mool encontrado en Chichén Itzá que actualmente se encuentra en la sala maya del Museo Nacional de Antropología:

“Este Chac Mool representa a un guerrero recostado con el rostro volteado hacia su derecha y que sostiene un plato sobre el vientre. El personaje porta casco y grandes orejeras. Sobre su pecho se esculpió un pectoral con forma de mariposa, símbolo de transfiguración que muestra el carácter religioso de los guerreros. Esta escultura representa al sacerdote-guerrero que funge como intermediario entre los hombres y los dioses para hacerles llegar la ofrenda”.

No obstante, a pesar de todas las interpretaciones, Alfredo López Austin, doctor en Historia y arqueólogo experto en cosmovisión mesoamericana, asegura que Chac Mool es parte de un mobiliario ritual que funcionaba como una mesa de ofrendas, donde se colocaban alimentos, recipiente para los corazones sacrificados y hasta una piedra de los sacrificios. El experto explica sus tres usos rituales de la siguiente forma:

"El Chac Mool ha sido interpretado como un tlamanalco o mesa de ofrendas: directamente sobre el ara del personaje o en recipientes, se colocaría un sinnúmero de dones, entre ellos tamales, tortillas, carne de guajolote, tabaco, plantas alucinógenas, flores, papel salpicado con hule, plumas, pulque, balché e incienso. Una segunda función del Chac Mool sería la de cuauhxicalli o recipiente para la sangre y los corazones de los sacrificados, pues algunos ejemplares mexicas tienen un cuauhxicalli en lugar de la habitual ara. Otra función sería la de téchcatl o piedra de los sacrificios”.

Aunque en la actualidad no existe un consenso que explique claramente la inspiración detrás de las decenas de Chac Mool repartidos en territorio nacional, su figura es un legado que alimenta la curiosidad y aporta pistas para comprender de mejor forma las relaciones entre las distintas culturas prehispánicas de México.

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