No cabe duda que el futuro de la ciencia va de la mano con la tecnología en el nombre de los avances y mejoras en los sistemas biológicos e informáticos, que cada vez más se juntan para dar lugar a ciencias y aplicaciones que tiempo atrás habrían parecido de fantasía.
Poco a poco lo que sólo se veía en películas de ciencia ficción comienza a materializarse y llegan aquellos acontecimientos donde la realidad supera a la ficción.
Últimamente los avances en sistemas biológicos complejos han desarrollado lo que ahora se conoce como Robots vivos, que dicho por científicos estadounidenses, no es lo que creemos cuando pensamos en robots, como si se tratase de máquinas metálicas, frías y sin sentimientos, la realidad es diferente.
Los científicos involucrados en el estudio se enfocaron en la creación de sistemas capaces de actuar autónomamente en su entorno, con la particularidad de ser provenientes de un organismo vivo, para ser específicos de una rana (Xenopus laevis), misma de la cual se acuñó su nombre al ser denominados “Xenobots”.
Los científicos recalcan que su categorización como robots, no fue construida con base en su morfología, sino en el hecho de poder actuar de manera autónoma.
Esto fue logrado sin manipulación genética alguna, por otra parte fue necesario incubar y dar un medio apto a células madre post-parto de la rana en cuestión para que estas pudieran desarrollarse al aglomerar células de su cercanía con movimientos descubiertos por el mismo sistema y con la nueva característica de contar con una reproducción distinta de lo que ya conocíamos.
Estos sistemas pueden recoger células no especializadas como lo son las células madre presentes en el medio y mantenerlas cerca hasta que estas son capaces de madurar y conformar otro sistema completamente independiente del primero.
Cabe destacar que en un intento por perfeccionar las acciones de replicación de este sistema, se buscó a través de medios computacionales la forma más eficaz en que los Xenobots podrían estar dispuestos para dar un sistema nuevo en menor cantidad de tiempo, lo cual curiosamente, fue una disposición en forma de C, que recuerda al personaje PacMan de lo videojuegos.
Esta forma le permite almacenar en la cuenca de la letra C, las células madre que a su debido tiempo, unos pocos días en promedio, darían nuevos y nuevos Xenobots que buscarían del mismo modo adaptarse a las condiciones ambientales.
Nuestra tecnología sólo dio el molde más favorable, sin embargo fueron completamente independientes las acciones que este haya tomado para perfeccionar su naturaleza y trascender al buscar la manera de replicarse.
Aunque estos avances recién comienzan a brotar en la comunidad científica, será posible en un futuro que estos métodos estén más desarrollados poder abordarlos bajo aplicaciones increíbles y que ayudarán a la condición humana.
La información fue publicada en PNAS.
Fuente: ensedeciencia.com