Cada vez son más cotizadas, ya que su verdadero valor se mide por su centro de plata; se trata de ciertos lotes de monedas de 10 pesos.
Las monedas comunes están conformadas en 65% de cobre, 10% de níquel y 25% de zinc. Sin embargo, hubo una época en que las monedas de esta denominación fueron producidas con un centro más valioso que la cantidad que representa. Hablamos de plata 0.925 auténtica.
Su acuñación se dio en medio de la celebración del Banco de México por la entrada en circulación de los Nuevos Pesos (durante la última devaluación); por ello, su fecha de emisión está acuñada con los años 1992 y 1993. En ese entonces se utilizó la plata para el centro, misma que fue reemplazada por una aleación en las siguientes familias. Para identificarlas, se debe revisar que el círculo periférico tenga la leyenda “Diez Nuevos Pesos”. Sus colores son diferentes de los de la moneda tipo C: el centro es más brillante y el borde dorado, más oscuro.
Entre coleccionistas, la moneda alcanza un valor de entre 50 y 2 000 pesos. No vale la pena enloquecer, ya que el público que busca estas monedas de 10 pesos es bastante pequeño y su precio, relativo. Asimismo, debes tomar en cuenta que las monedas son más preciadas si tienen pocos golpes, lo cual es bastante difícil de conseguir en una moneda que ha estado en circulación cerca de 30 años.
Así que si encuentras una, lo más aconsejable es que la guardes como parte de la historia de las monedas de México, e incluso te inspires para iniciar una colección. Piensa que, con el tiempo, continuará aumentando su escasez y, por tal razón, también su valor.