Su nombre es Ben Underwood, un adolescente al que, con 2 años de edad, le fueron extirpados ambos ojos, debido a cáncer de retina. Sin embargo, Ben ha logrado desarrollar un sistema de orientación inaudito en un ser humano: la ecolocalización. Ve de la misma manera que ven los delfines, los murciélagos o los submarinos con su sonar.
Para esto, Ben chasquea la lengua y analiza de forma instantánea el eco que devuelven los objetos. Así consigue jugar al baloncesto, patinar, correr, surfear, jugar con la videoconsola... Algunos lo llaman el niño delfín, el niño murciélago o el niño Daredevil. Lo cierto es que es el único en el mundo que emplea solamente la ecolocalizacion para ver sin ojos.
Ben es un ejemplo de superación, una muestra del infinito poder de la voluntad humana; así lo afirma su madre: "No es ciego. Quiero decir, para la sociedad es ciego, pero eso no lo hace minusválido. Simplemente no puede ver".