Así, los especialistas de Koyo Orient Japan usaron su pintura especial llamada Musou Black para convertir un Porsche 911 en un auténtico agujero negro sobre ruedas. Y es que Musou Black —desarrollada en 2020— es la pintura acrílica más negra del mundo, pues refleja solo el 0,6% de la luz mientras que el resto es absorbido.
Esto hace que el auto sea realmente negro como la oscuridad misma, lo que oculta muchos de sus detalles y en cierto modo lo convierte en una figura bidimensional o una sombra.
Cabe destacar que no es la primera vez que este compuesto se aplica sobre un auto: en 2020 también se pintó con él un Mitsubishi Lancer que tuvo una apariencia igual de extraña.
Sin embargo, no es el negro más negro del mundo. Este título lo ostenta el llamado Vantablack que refleja tan solo el 0,4% de la luz visible. Esta pintura se usa no solo para crear unos autos que desorientan por su oscuridad, sino que también tiene aplicaciones prácticas en el sector aeroespacial y de defensa, lo cual la hace inaccesible para el público general.
Se usó solo una vez para pintar un BMW X6 en el Salón del Automóvil en Fráncfort en 2020. La idea era ocultar los detalles de su carrocería antes de que fuera presentado oficialmente al público.
Fuente: mundo.sputniknews.com