En el 2010, el video de un bebé de Indonesia impactó en todo el mundo: tenía solo 1 año y medio, fumaba alrededor de 40 cigarrillos por día. Luego de que su caso se hiciera público, intervino el Ministerio de Salud de ese país.
En el video se podía ver al niño caminando con sus pañales. Hasta acá, una situación normal de cualquier bebé, solo que Aldi tenía un cigarrillo en la boca. Esta imagen se convirtió en una alarma alrededor del mundo, ya que advertía sobre la crisis de la salud pública relacionada con la dependencia al tabaco.
Aldi Rizal nació en Indonesia y acostumbraba a acompañar a su madre en la venta de pescado en la aldea Teluk Kemang, ubicada al sur de la ciudad de Sumatra.
La historia de su adicción tuvo a su padre como protagonista: sería la primera persona que le facilitaría un cigarrillo cuando tenía poco más de un año de vida. Al poco tiempo, el niño comenzó a robar cigarrillos en la plaza de la aldea Teluk Kemang, cerca de la ciudad de Sumatra.
A pesar de que la mayor preocupación estaba dada por la adicción al tabaco, el niño también preocupaba por su sobrepeso, una combinación poco alentadora para la esperanza de vida de Rizal.
Diana, la mamá del niño, recibió fuertes críticas de quienes consideraban que dejaba fumar y comer a su hijo sin ningún tipo de control.
Después de que las imágenes de Aldi se conocieron en todo el mundo, sus padres decidieron buscar ayuda y, tres años después, el niño comenzó su proceso de rehabilitación junto a un psicólogo infantil.
Doce años más tarde, el bebé fumador que alertó sobre los peligros del cigarrillo, ahora es considerado una de las personas más jóvenes en dejar esta adicción.
Hoy Aldi tiene 14 años, cursa el primario y lleva una dieta estricta a base de pescado y verduras. Además, busca promover hábitos de vida saludables.
Fuente: infobae