En el parque de esculturas italiano Arte Sella, situado en la localidad de Borgo Valsugana (norte), hay un bosque de pinos de uno de cuyos claros cuelga desde 2018 Reservoir (Ascesa), una creación del artista John Grade que recrea miles de gotas de agua, tantas como 5 mil.
Están hechas en plástico trabajado con calor para conseguir diferentes formas de taza que se lograron juntando dos manos como si de una ofrenda se tratara; la consistencia se la da la tira de cedro que las sella en su parte abierta y todas están ensambladas utilizando un par de redes transparentes que se sujetan a los troncos de los árboles.
“Quería estar seguro de que la naturaleza no sufría ningún daño (probamos diferentes tipos de redes y materiales antes de la instalación) y afortunadamente en un año no hemos tenido problemas”, explica a Traveler.es Grade, quien para encontrar la inspiración pasó dos semanas en Arte Sella buscando un enclave que le inspirara.
“Escogí un claro de pinos aislado porque me fascinó el sonido de la lluvia al filtrarse desde las copas de los árboles hasta el suelo del silencioso bosque. Me empecé a preguntar cómo podría atraer la atención hacia este bonito y sutil aspecto del entorno”.
La respuesta fue Reservoir (Ascesa), la capacidad de hacer que elementos tan simples creen belleza y que además sea un belleza viva, que muta. Y es que cuando la nieve o la lluvia, esa sobre la que Grade quiere atraer nuestra atención, se acumulan en las gotas, las redes comienzan a perder altura, cambiando su posición y su forma. Cuando el contenido se evapora, las redes vuelven a ganar altura y recuperan su configuración original.
“Hubo interesantes desafíos estructurales. Tuvimos que anticipar fuerzas (el peso acumulado del agua de lluvia recogida), cómo esto cambiaría las formas de las redes y cómo limitar exactamente el movimiento para que las formas no bajen demasiado cerca del suelo del bosque”, cuenta Grade. Y es que la escultura, sin agua, pesa 32 kilos y con agua puede superar los 360 kilos.
Eso sí, en medio de este baile de pesos y de alturas, un mecanismo se encarga de que la escultura permanezca siempre, como mínimo, a 3 metros sobre el nivel del suelo; y de que sea fácilmente manejable porque de tiempo en tiempo un grupo de bailarines ofrece un espectáculo en el que, a través de un juego de fuerza manual, la escultura se mueve al ritmo que le marcan los artistas,haciendo que este arte gane enteros de belleza cuando la topografía del terreno permite establecer juegos visuales en función de dónde se encuentre Reservoir (Ascesa).
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