Tras permanecer un año cerrada, la zona arqueológica del Templo Mayor volvió a abrir sus puertas este martes, en anticipación a las conmemoraciones por los 500 años de la caída de Tenochtitlan.
De acuerdo con la directora del recinto, Patricia Ledesma, por el momento únicamente se abrirá al público el área de vestigios y no el museo de sitio, para cumplir con las restricciones sanitarias vigentes.
"El museo entiende la responsabilidad que tenemos, en particular, porque se están por cumplir 500 años de la caída de esta maravillosa ciudad que fue Tenochtitlan, y el museo está muy contento", comentó a este diario.
De acuerdo con las medidas de seguridad sanitaria impuestas, el acceso a la zona arqueológica se hará en grupos de 10 personas, cada 10 minutos, para asegurar un tránsito despejado.
Asimismo, al ingreso se tendrá que pasar por un filtro con medición de temperatura y la aplicación del gel para manos; también será necesario portar cubrebocas en todo momento.
Con un aforo máximo de mil visitantes por días, según informó el INAH, la zona arqueológica abrirá los martes, miércoles, viernes y sábados, de 10:00 a 15:00 horas.