Por primera vez en los últimos nueve años, el Museo Nacional de Arte (MUNAL) expondrá las dos caras de una inédita pintura cortesía del afamado muralista mexicano Diego Rivera.
Se trata de un sólo lienzo, el cual muestra en cada lado una obra diferente: “Paisaje Zapatista”, que hace honor al movimiento cubista y fue pintada en 1915; y “La Mujer del Pozo”, creada en 1913.
Sobre la pieza de 1915, que en su momento se tituló “El Guerrillero”, el curador David Caliz explicó que se trató de un paisaje “cubista sintético”, del estilo Georges Braque y Pablo Picasso, a quienes Rivera conoció durante su estancia en París.
“Diego reflejó al Caudillo del Sur con iconografía, como el sombrero de Zapata, el ojo insiquidor, los bosques del sur de México, el rifle, los guajes, el zarape, las sombras en colores blancos que aluden a la reflexión del cubismo y la síntesis dentro de la abstracción”, señaló el especialista.
En cuanto a la segunda, Caliz detalló que ésta permaneció oculta por muchas décadas, antes de que expertos del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) sometieran a la obra original a estudios radiográficos.
“`La Mujer del Pozo´ pertenece a la etapa del cubismo analítico de Rivera, su primera etapa en París. Se descubre y se realizan cuestiones técnicas para retirar la capa de pintura que el artista había puesto”, precisó.
Pero, ¿qué llevó al esposo de Frida Kahlo a reutilizar el lienzo para esta pintura? Caliz indica que 1915 fue un año complicado para el continente europeo, pues un año antes había estallado la Primera Guerra Mundial, por lo que llevar a cabo dicha práctica resultaba muy común ante la falta de materiales.