El Monumento a los Mártires de Toluca es la obra plástica emblemática y cultural de la nueva plaza homónima recientemente inaugurada por las autoridades mexiquenses, la cual se encuentra cargada del simbolismo que representa la unión de lo terrenal y lo etéreo.
Fue el 19 de octubre de 1811, durante la guerra de la Independencia de México, cuando alrededor de 100 indígenas matlazincas fueron aprehendidos por el ejército realista tras una fuerte batalla que duró seis días en el Cerro del Calvario, y que culminó con el triunfo de los soldados de la realeza, quienes, a manera de enviar un mensaje a sus enemigos, decidieron fusilar y acribillar a los insurgentes frente a las miradas atónitas de los toluqueños que atestiguaron la muerte de sus hijos.
Sin duda, este hecho marcó para siempre el destino de la capital mexiquense, a tal punto de nombrar así este lugar: la Plaza de los Mártires.
Es así como durante los recientes trabajos de remodelación de este espacio, en el lado poniente de la Plaza se postra un monumento que enaltece y entrelaza a la cultura del mencionado hecho histórico.
De acuerdo con Ciro Cruz Roque, uno de los seis escultores que participaron en el Monumento a los Mártires de Toluca, éste tiene casi 3 metros de altura y es de forma rectangular.
En cada una de sus caras posee un cierto significado que fusiona la historia del arte. Por ejemplo, en la parte superior como motivo principal, los artistas quisieron representar a los mártires de una manera diferente al convertirlos en seres espirituales.
Abajo, en los chapetones, que son las piezas que se utilizan para cubrir los tornillos que sujetan la obra, se incluyeron cuatro motivos, los cuales hacen alusión al igual número de nombres que tiene la capital: los matlazincas, el Dios Tolo, San José y Lerdo.
Finalmente, la placa alusiva al fusilamiento, elaborada con la técnica de yeso directo y una fundición de bronce, mira de frente a la bandera principal de la Plaza. Aquí emergen los cuerpos de las víctimas del fusilamiento y que reflejan en sus rostros la cruda realidad de la guerra de Independencia.