La matatena es uno de los juegos más antiguos y tradicionales entre niños y adultos. La palabra “matatena” proviene del náhuatl matetema (maitl = mano; tetl = piedra; tema = llenar) y significa “llenar la mano con piedras”; ¡y justo de eso se trata!
Antes, para jugarlo se utilizaban piedras, semillas, huesos de chabacano o de alguna otra fruta; por lo mismo, también se le conoce como el juego “de los huesitos”. Actualmente, se juega con una pelota pequeña y con matatenas, que son figuras de plástico o metal con seis picos.
El juego de los huesitos o matatena no sólo forma parte de la cultura mexicana, pues también se practica en otros países de América, aunque con otros nombres como Jacks o payana, y ha entretenido a familias enteras durante muchas generaciones.
Instrucciones
Para iniciar y saber quién tirará primero, lo que se hace es agarrar las piedras o matatenas en la mano, lanzarlas hacia arriba, voltear la mano rápidamente y cacharlas con el dorso. Después se vuelven a lanzar, pero ahora deben cacharse la mayor cantidad de matatenas posibles con la palma. Gana quien logre atrapar más.
Posteriormente, se esparcen las matatenas en el piso o sobre una superficie lisa, no muy lejanas entre sí. El juego consiste en lanzar la pelota hacia arriba y, con la misma mano, agarrar las matatenas conforme al número de la ronda. Es decir, en la primera, juntar de una en una; en la segunda, agarrar de dos en dos; en la tercera, de tres en tres al mismo tiempo, y así sucesivamente hasta llegar a la ronda número diez. Al terminar todas las rondas, puede jugarse en sentido inverso.
Una regla importante es que la pelota sólo puede rebotar una vez; por eso, es recomendable que sea pequeña para poder cacharla y que rebote lo suficiente para dar tiempo de agarrar las matatenas.
Pueden jugar matatena una o más personas. En sí, no se trata como tal de un juego competitivo, pero si juegan dos o más personas, pierde quien falle el número de matatenas a obtener, las desacomode o cuando la pelota rebote en más de una ocasión.
Un juego donde tú pones las reglas
Para agregarle más emoción, o si te consideras lo suficientemente hábil, existen más variantes del juego, ya sea eliminando el rebote de la pelota o jugar con la mano contraria a la que mejor te acomode.
Otra opción para poner a prueba tu coordinación es pasar las matatenas de una a otra mano, aplaudir o hacer algún movimiento antes de que la pelota vuelva a caer en tu mano.