La “Capilla Enterrada” es una construcción histórica que, desde su descubrimiento, tiene daños estructurales que amenazan al patrimonio y la posibilidad de resolver su misterio.
Ubicada entre los cerros del municipio de Zapotitlán Salinas, en el estado de Puebla, esta edificación es considerada como la más antigua de la religiosidad de la época novo hispana; pero al mismo tiempo la más imprecisa, debido a la falta de datos que puedan revelar su origen.
Y es que según especialistas, por la estructura física y pinturas halladas al interior, se presume que el inmueble pudo ser construido en el siglo XVI; sin embargo, uno de los cuartos cuenta con una pintura llena de características prehispánicas, a pesar de que algunos estudios y análisis realizados aún no logran descifrar la relación entre ambas épocas.
Por su parte, integrantes de la asamblea de Zapotitlán cuentan, por historias de los propios habitantes, que la “Capilla Enterrada” fue utilizada muchos años como bodega de sal, gracias a que en su alrededor existen varias salinas. No obstante, ésta colapsó debido a un sismo, por lo que la naturaleza se adueñó de cada espacio al meterse la tierra, lo cual ocasionó daños en los muros.
Asimismo, comparten, la capilla fue en su momento saqueada por extranjeros, quienes se llevaron la mayoría de las pinturas. Prueba de ello son los cortes de la pared que son del mismo tamaño.
Hoy en día, la “Capilla Enterrada” ha sido sometida a distintos trabajos de mantenimiento, que van desde inyectar mezclas especiales para conservar los muros hasta acciones de limpieza y retiro de escombro, con el objetivo de que quede lo más idéntica posible.
De hecho, estas labores se encuentran respaldadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Este recinto tiene severos daños estructurales, pero está estable, protegido y resguardado”, señala Manuel Villarruel Vázquez, representante de la institución.
“Nos encontramos a la espera de que las asociaciones involucradas puedan obtener más recursos para presentar al INAH su proyecto de la etapa siguiente y así se les brinde la autorización correspondiente para seguir con los trabajos de rescate”, concluye.