Luego de cuatros años de investigaciones, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reveló el probable origen de poco más de 10 mil piezas, rocas y minerales pertenecientes a la colección lapidaria del Templo Mayor.
Con ayuda de técnicas de arqueometría, un grupo de especialistas no sólo develó los secretos geográficos y culturales de las piezas, sino que descubrió nuevas reliquias que, hasta hace poco, no eran catalogadas como tal.
Emiliano Melgar Tísoc fue el encargado de coordinar y liderar este proyecto, el cual vio la luz en 2018. Gracias al apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y las universidades de Guadalajara y Guanajuato, el investigador del INAH logró obtener el financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para llevar a cabo los trabajos de especialización, mismos que permitieron interpretar las piezas desde una nueva perspectiva que tomara en cuenta aspectos como su procedencia y elaboración.
Ahora, cuatro años después, los hallazgos fueron escritos en un libro que lleva por nombre “Estudios recientes en la lapidaria del Templo Mayor. Nuevas miradas desde la arqueometría y el estilo”.
Durante la presentación del escrito, Patricia Ledesma Bouchan, directora del Museo del Templo Mayor (MTM), expresó que los análisis se llevaron a cabo en los laboratorios especializados el INAH, la UNAM y la Universidad de Guanajuato, ya que resultaba imprescindible “valerse de técnicas de primer nivel y saberlas utilizar de la forma más exhaustiva y eficiente posible”.
Por este motivo, Melgar Tísoc y sus colegas recurrieron a técnicas como la transformación de reflectancia, capaz de capturar la forma, textura y color de una imagen, proporcionando a las y los expertos nuevas pistas acerca de los materiales y procesos de manufactura.
Pero no sólo eso, pues con el uso de rayos X también realizaron modelos que permitieron mejorar los rasgos de manufactura de los objetos lapidarios, demostrando así que las piezas en cuestión contaban con la caracterización molecular que los acredita como objetos históricos.