“Aztecas: el pueblo que movió al sol”, una exposición que reúne más de 200 bienes culturales procedentes de 11 museos distintos, abrió esta semana sus puertas en Seúl, con el objetivo de mostrar a los surcoreanos el rostro geunino del imperio azteca.
La muestra estará abierta hasta el próximo 28 de agosto en el Museo Nacional de Corea (NMK), y se enmarca en la conmemoración de los 60 años de relaciones bilaterales entre México y el país asiático.
Tras haber pasado una larga estancia en Europa, la exhibición llega con gran éxito a la capital surcoerana. Dividida en 5 partes, todo comienza con una reproducción de piedra del sol sobre la que se proyecta un video para intentar explicar la visión del universo que tenían los aztecas.
En la sección sobre la sociedad azteca y su relación con la naturaleza, pueden verse reliquias como un brasero con la imagen de la diosa del agua y la fertilidad Chatchiuhtlicue o de Xilonen, diosa del maíz tierno, ambas piezas pertenecientes al acervo del Museo Nacional de Antropología.
Por su parte, el Museo del Templo Mayor aportó una serie de máscaras hechas a base de cráneos y una enorme estatua en honor a Mictlantecuhtli, dios del inframundo, así como unos pendientes de oro que datan del siglo XVI.
Otra de las divisiones, llamada “Tenochtitlan, la ciudad de la prosperidad”, explica todos los detalles que envolvieron la espectacular capital que en su momento dejó maravillado a Hernán Cortés y su ejercito.
De acuerdo con el embajador mexicano en Corea del Sur, Bruno Figueroa, “Aztecas: el pueblo que movió al sol” no sólo sirve para acercarse a la civilización más poderosa de Mesoamérica, sino también para entender mejor al México de hoy en día, ya que, como dice él, “los aztecas pueden ser pasado, pero su legado vive en México y cada mexicano a través del idioma o la gastronomía”.
