Las autoridades de Reino Unido declararon culpables a la pareja de activistas ecologistas pertenecientes al colectivo Just Stop Oil, que el pasado 1 de julio pegaron sus manos al cuadro “Melocotonero en flor” de Vincent van Gogh, exhibido en la Galería Courtauld, en Londres.
Los acusados, Emily Brocklebank, de 24 años, y Louis McKechnie, de 22, causaron daños por un valor de 2 mil libras; es decir, unos 45 mil pesos mexicanos, de acuerdo con el tipo de cambio actual. Además, se determinó que el marco, más antiguo que la propia pintura, sufrió daños “irreparables”.
“El marco no podrá volver a su estado original por los daños recibidos durante la protesta de los dos activistas. Mientras que la obra sufrió daños menores, pero no debe considerarse como algo insignificante, temporal o trivial”, afirmó Neeta Minhas, jueza del caso.
De este modo, Brocklebank recibió una sentencia de 21 días en prisión y 6 meses de libertad condicional. Por su parte, McKechine, quien ya contaba con varios antecedentes penales, pasará tres semanas dentro de la cárcel.
Tras la sentencia, la abogada defensora de las activistas, Francesca Cociani, cuestionó la posibilidad de que la obra aumentará su valor gracias al ataque llevado a cabo por sus defendidos; no obstante, la restauradora de Courtauld, Karen Serres, respondió con una rotunda negativa a dicha afirmación.