En octubre de 2021, durante las obras del Tren Maya, se descubrió una vasija con plato antigua, la cual contaba con una serie de inscripciones jeroglíficas.
Ahora, meses después, un grupo de arqueólogas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descifraron su significado, esto a través de un análisis cerámico y restauración del fósil.
Iliana Ancona Aragón y Sylviane Boucher Le Landais, del Centro INAH Yucatán, detallaron que la pieza fue encontrada en una construcción prehispánica cerca del poblado de Maxcanú, denominada como “Estructura T3_18518”; situación que llamó la atención de ambas expertas, ya que la vasija pertenecía a un contexto arqueológico de origen.
Los análisis arrojaron que la vasija data del periodo Clásico Tardío Maya (600-800 d.C.), y mide 8.5 centímetros de altura por 21 centímetros de diámetro en su boca, mientras que el plato mide 11 centímetros de altura por 32 centímetros de diámetro.
A partir de la recreación de 11 cartuchos glíficos, Iliane y Sylviane tradujeron la inscripción grabada en la pieza: “El señor dice, en su superficie, ha sido tallado, en su tazón o cajete, en su vaso, para atole, de Cholom, el sajal”.
Tomando en cuenta la época de donde proviene el artefacto, las arqueólogas consideran que el fósil fue dedicado al sajal Cholom, un personaje perteneciente a la élite de aquel entonces, quien a su vez estaba relacionado al sitio de Oxkintok, yacimiento arqueológico de Maxcanú.
“El sajal es quien transmite. No eran gobernantes pero sí nobles educados para escribir y leer los glifos, así como para comunicar en voz alta las órdenes del ajaw o gobernante”, explicó Iliana en un comunicado.
Hasta la fecha, el Instituto no ha logrado determinar si la vasija, junto con su plato, eran utilizados para realizar rituales o fueron diseñados para un uso meramente cotidiano. Por este motivo, los siguientes trabajos de investigación se enfocarán en analizar los estudios de laboratorio con las observaciones contextuales del equipo del INAH.