En plena isla de ascenso y descenso de usuarios del transporte público en Calzada al Pacífico, es donde los dueños de una taquería decidieron colocar su establecimiento.
A pesar del riesgo que pueda representar para sus clientes, los comerciantes informales colocaron su carpa, mesas, sillas y parrilla para atender a las personas que los visiten sin importar que esta es una de las vialidades más peligrosas y accidentadas de la capital mexiquense.