Quien todo lo quiere, todo lo pierde
¿El IEM puede o quiere?
¿A cambio de que?
- Por querer, otra vez, quedarse con todo, Oscar González Yáñez, cacique del PT mexiquense, está a nada de perder el jugosísimo negocio que el partido le ha representado y le ha permitido llevar una vida de lujos exacerbados con viáticos ilimitados. El control será para Alberto Anaya, alguien no muy diferente a él, aunque ese tema sea motivo de otra discusión. ¿A qué se dedicarían González Yáñez y casi cualquier otro político en el país, de perder los amplísimos privilegios que la grilla les otorga? Porque además de dinero y Poder a manos llenas, el “servicio público” no les obliga a dar resultados en beneficio de los ciudadanos. ¿En qué área podría ser productivo quien no está acostumbrado a serlo?
- A propósito de quererlo todo. ¿El PT alcanzaría a registrar candidatos en tiempo y forma ante el IEEM? El límite fueron las 24:00 horas del pasado 19 de abril, pero para entonces los petistas estaban más concentrados en los desgreñones y los agandalles. ¿Si no se presentaron la totalidad de los registros antes de la fecha y horario referidos, son aún procedentes? ¿El IEEM puede o quiere negar las inscripciones, cuando se debe a los partidos políticos? La coyuntura es ideal, si no para replantearlo, al menos para discutirlo.
- En el PRI, el partido más institucional de todos, las confrontaciones por las candidaturas no son menores. David Parra, diputado local por el distrito 32 de Naucalpan, no está nada contento con la postulación de Elías Rescala, su coordinador parlamentario, por ese distrito en que quería preservarse. ¿Se limarán asperezas? ¿A cambio de qué? ¿Qué tan grande sería el boquete si Parra Sánchez migra a Morena, como ha dejado entrever? ¿Sería suficiente para derrocar a la alcaldesa panista Angélica Moya en la demarcación?