- Es posible que de 15 años a la fecha, más-menos, Toluca comenzara a perder el aire provinciano y pacífico que lo caracterizaba. Hoy los homicidios, feminicidios y desapariciones son cotidianos (tanto, que hay dos alertas de género decretadas para la capital mexiquense, y el índice de percepción sobre seguridad no supera 20 por ciento, en el mejor de los casos) y, como ocurre en el Valle de México, comienza a proliferar el incendio de unidades del transporte público como un mecanismo para presionar la extorsión a este sector.
- Entre la emergencia sanitaria por COVID-19 los que parece que revivieron son los priistas; no habían aparecido ni para decir: “esta boca es mía”, pero que ahora comienzan a mover la preselección de candidatos para el próximo año, como siempre prometiendo una base ciudadana y candidatos fuera de los eternos liderazgos de este partido. ¿Realmente lo cumplirán?
- Ni en el transporte público, ni en las calles y ahora ni en los parques, los ciudadanos han respetado las restricciones por el COVID-19, más tardaron en cerrar el parque Simón Bolívar, que la gente quitó los cordones, así como en el centro, que ante la falta de circulación habitual, hay automovilistas que aprovechan para tomar las calles en el sentido que les viene en gana.