- El cierre de vialidades en municipios de tierra caliente como una medida para evitar contagios por Covid-19 parece extrema y hasta arcaica, aunque en términos reales puede ser tan dura como las aplicadas en países de primer mundo, donde se cerraron las fronteras. En el mejor de los casos, podría cuestionarse si es constitucional la decisión, de haber sido tomada por los ayuntamientos de Tlatlaya y Amatepec. En el peor, la indicación pudo ser externa para facilitar las cosas al crimen organizado.
- El peor virus que puede enfrentar una sociedad es el miedo y la desesperación, es lo que comienza a ocurrir en el territorio mexiquense. Los anuncios de los primeros contagios en el sur del Edomex han dejado esta región aislada, el miedo entre la población de otras regiones es creciente ante la aparente inactividad oficial. El escenario está puesto para que se registre un estado de alerta de seguridad por el miedo que ha infundido este padecimiento y aún no hemos entrado en la Fase 3.
- Anuncios improvisados con “Susana Distancia”, aviones recorriendo los cielos con altavoces para exhortar a la población a mantenerse en casa, programas de sanitización masiva y anuncios en redes sociales casi a cada momento, son algunas de las estrategias que están asumiendo los gobiernos municipales para enfrentar, al menos en el imaginario colectivo, la emergencia por el Covid-19. Pero la realidad de acciones concretas poco se ha sabido: “Mucho ruido y pocas nueces...”