La contingencia ambiental que se detonó en plena Navidad deja de manifiesto la pobre cultura que existe en el tema. Mientras la calidad del aire fue extremadamente mala, el peor día del año para ser exactos, la gente salió a patinar, a los parques, incluso seguía quemando pirotecnia. Hace falta mucho, pero también mecanismos de comunicación más eficientes pues casi nadie sabía de la contingencia.
Por si fuera poco el golpe al bolsillo que recibirán millones de mexiquenses con el aumento a la tarifa de los camiones, a partir del 1 de enero también pagarán dos pesos más los usuarios del Mexibus y del Mexicable. Otro gancho al hígado de la clase trabajadora.
Y bueno, para no perder la costumbre de las malas noticias, los cigarros, las bebidas saborizadas y la gasolina también aumentarán de precio pues les subieron los impuestos... dura cuesta de enero la que se avecina.