Turismo político entre ediles mexiquenses
Toluca y sus baches hasta parece broma…
- El panista Enrique Vargas está apresurando la definición de la alianza; con su discurso dice que no, pero sus acciones así lo revelan. Recorre incesante la entidad, aparece en todos los medios y, desde Toluca, el próximo miércoles emitirá un mensaje. No quiere quedarse atrás de Delfina. El único problema radica en que entre más presiona, más retrocede el PRI, quien parece no tener prisa en tomar sus definiciones. El tricolor podría no tener interés de impulsar a un candidato que no emane de sus filas. El blanquiazul ya tiene la olla en la lumbre, pero el PRI se niega a echar el arroz.
- Varios de los ediles en funciones hasta pareciera que llegaron al cargo para hacer realidad su sueño de viajar por el mundo con cargo al erario público, con facilidades y sin restricciones económicas; entre los presidentes municipales, los más viajeros el extranjero resultaron el de Metepec, Fernando Flores, y la de Valle de Bravo, Michel Núñez, pero tampoco se han quedado atrás otros como el de Nezahualcóyotl, Adolfo Cerqueda, o el de Nicolás Romero, Armando Navarrete. Y qué decir de los regidores, algunas salidas oficiales incluso parecerían estar peleadas con su encomienda pública si se hurga en el principio de separación Iglesia-Estado; otros más, ni pie hacen en sus municipios, se la viven de campaña en el resto de la entidad, en el mejor de los casos. Tres años de vacaciones pagadas; con razón todo mundo pelea con singular tesón por “los huesos”.
- Ya ni la burla perdonan en Toluca… Y es que, según lo dicho por el edil de Toluca, Raymundo Martínez Carbajal, la gran cantidad de baches qué hay en la capital mexiquense se deben a la gran presión vehicular que se presenta, debido a que por las calles circulan alrededor de 700 mil vehículos, 500 mil de residentes y 200 mil vehículos foráneos, lo que causa que los programas de bacheo no sean suficientes.
Se supondría que incluso antes de ser candidato sabía de este tipo de problemas que se generaban en la ciudad, porque fue secretario de movilidad, pero ahora parece que el problema lo tomó por sorpresa, y lo peor de todo es que son los automovilistas toluqueños los que pagan las consecuencias, porque algunas zonas son intransitables y el asfalto se encuentra totalmente destrozado, por lo que cuesta trabajo pensar que realmente este problema tenga su origen en la suma de vehículos que circulan estas calles, más bien parece un tema de descuido y negligencia. Al final el ciudadano común es el que sufre este tipo de situaciones y las autoridades toluqueñas de todas formas cobran onerosas cantidades de dinero aunque su trabajo esté mal hecho… ya ni la burla…