Dividir para vencer rumbo a la gubernatura
La ciudad de “no pasa nada”
- El Poder Legislativo del Estado de México, lejos de hacer leyes, se ha convertido en un Congreso de puntos de acuerdo, violando su razón de ser constitucional primigenia: mantener actualizado y acorde a las necesidades sociales el marco jurídico local. Muchas iniciativas se han presentado en la anterior y actual, pero pocas se han dictaminado y aprobado en el pleno. Eso sí, se ha dado mayor peso a los exhortos y pronunciamientos que, sin embargo, carecen de efectos jurídicos. ¿Será que no se ha querido ayudar a resolver los problemas de la entidad de forma contundente? ¿Y los equilibrios de Poder? ¿Y la mayoría, antes absoluta ahora simple, de la oposición?
- Un día le duró a Omar Ortega, coordinador de los diputados locales del PRD, la emoción como aspirante único de su partido a la candidatura por el Gobierno del Estado de México. La contraparte, Nueva Izquierda, también tiene gallo: Arturo Piña, presidente municipal reelecto en Villa de Allende, quien también ha sido diputado local dos ocasiones. Ninguno, de convertirse en candidato, tiene posibilidades reales de ganar, si parten de la base de sufragios en las elecciones de 2021, cuando el sol azteca no llegó ni a 4 puntos, pero algún atractivo debe tener postularse aún bajo este escenario, y sobre esta experiencia debería preguntársele al ex perredista Juan Zepeda, ahora en Movimiento Ciudadano. ¿Cuál será la ganancia por dividir para vencer? ¿A quién le irá mejor esta ocasión, a Omar Ortega, Arturo Piña, Juan Zepeda, o al pevemista Pepe Couttolenc?
- Los toluqueños cansados de malas decisiones en el gobierno han buscado la alternancia en las últimas elecciones. Cambiaron de PRI a Morena y ahora volvieron al PRI, sin embargo, Toluca se ha convertido en la ciudad de “No Pasa Nada”. Ninguno de los gobiernos, incluyendo al actual, ha tomado verdadera responsabilidad en los problemas que aquejan a la otrora “Toluca la Bella”. Inseguridad, corrupción, delincuencia de alto impacto, calles destrozadas por los baches, falta de obra pública que beneficie a los ciudadanos, poca transparencia en el uso de los recursos, pero sobre todo, una constante negación por parte de los presidentes municipales, ha provocado que Toluca haya perdido el esplendor y la belleza que alguna vez llegó a tener y que hoy pocos recuerdan.