Permisos a alcaldes
Obras deficientes
- Las leyes establecen como derecho de los alcaldes, diputados y ediles el de solicitar licencia para competir por un nuevo cargo de elección popular, por lo que desde el punto de vista jurídico la determinación no puede discutirse (otra cosa, es lo ético). Lo que no especifican es que la licencia necesariamente debe implicar la renuncia al goce de sueldo. Sería interesante, ahora que está de moda buscar la reelección, que los permisionados especifiquen y, sobre todo, demuestren su situación. El permiso, por cierto, de ninguna manera significa que dejan de tener injerencia en las administraciones municipales o diputaciones locales que lideraban, lo que también incide en la equidad (mejor dicho, propicia la inequidad) de la contienda.
- Lo ocurrido en la L12 del Metro de la Ciudad de México es el ejemplo extremo de la mala calidad de las obras públicas que se realizan en el país. Los amiguismos, compadrazgos y la corrupción en general, son una constante en todos los gobiernos emanados de todos los partidos y el “diezmo” es una constante, sin importar de dónde hayan salido los gobernantes, la diferencia en este caso es que la tragedia fue inevitable, pero seguramente hay otros espacios, otras obras que se encuentran sujetos con hilos, y será cuestión de tiempo para que presenten fallas.
- Los eventos electorales, sociales, la apertura de espacios públicos, poco a poco van retornando a la normalidad, sin embargo, esto no significa que las medidas sanitarias deben romperse, por el contrario pareciera que el cambio al semáforo amarillo es una invitación para olvidar las medidas preventivas, lo que es un verdadero riesgo para que las condiciones sobre la pandemia se agraven nuevamente.