Alexandra tenía 18 años, era la menor de dos hermanos, una muchacha alegre que sin embargo, tuvo un final horrible.
El pasado 14 de septiembre, fue a visitar a un amigo, la acompañaba su sobrina de tres años, pero ambas fueron víctimas de un secuestro.
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Tres días después, la infante fue liberada por sus captores, aunque a cambio por la vida de Alexandra exigieron 200 mil pesos.
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La familia cedió ante los criminales, pero estos no cumplieron. Abusaron sexualmente de la joven y la mataron, no hubo piedad.
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El cadáver lo encontraron en una cueva a un costado de la carretera que va al Ajusco, la tarde del miércoles 23.
Hoy luego de que la FGJEM, le practico la autopsia, los restos de Alexandra ya reposan en una tumba. La familia exige justicia y que este feminicidio no quede impune.