El valle de Toluca es una de las zonas más contaminadas del país debido a la actividad industrial y acumulación de partículas que se registran en esta región, sin embargo, los niños del kínder Rosaura Zapata Cano, ubicado en el fraccionamiento Paseos de Lerma, se enfrentan también a la contaminación que emana de una fábrica de textiles que opera de forma irregular.
Irritación de ojos y garganta, tos seca, dolor de cabeza e inclusive padecimientos más graves como asma, es lo que enfrentan 63 menores de educación preescolar que acuden a clases a menos de 20 metros de la fábrica que emite diariamente humo negro a pesar de no contar con los permisos adecuados para operar.
“La fábrica emite humo todo el día, es un humo que irrita ojos, que irrita garganta y hace que te duela la cabeza. Cuando el humo está a todo lo que da, pues es más difícil porque es en la maña o a medio día, cuando los niños salen a hacer actividades físicas y en las casas tenemos que cerrar ventanas y todo porque es irrespirable, afecta a nuestros niños, nos afecta a nosotros y es un foco de enfermedad”, comentó Azalea Cuenca, presidenta de la asociación de padres de familia del kínder Rosaura Zapata Cano.
Esta problemática fue denunciada desde hace un año, padres de familia se organizaron, por lo que fue clausurada, pero hace unas semanas reinició su operación y con esto la afectación a los menores.
“Vino la Propaem y detectó que carecía de permisos, y que emitía niveles de contaminación muy altos, por lo que procedieron a clausurar esta fábrica, pero volvió a iniciar actividades y es el mismo problema”, señaló Emanuel Rosas, padre de familia.
Los padres de familia solicitaron el apoyo de Protección Civil de Lerma, y se corroboró que la maquinaria aun presenta los sellos de clausura de Propaem, trabajando en la clandestinidad.
“Hace cómo dos semanas volvieron a iniciar porque ya los habían clausurado a la empresa Beitex SA de CV. y han provocado afectaciones a los niños. La empresa tiene los sellos de clausura, pero siguen emitiendo humo, los sellos están en las chimeneas, pero siguen igual y la afectación del kínder, estamos hablando de niños de tres a cinco años”, comentó Jesús Guillermo Cotero, padre de familia.
A un costado del kínder se encuentra una escuela primaria, con más de 200 alumnos, por lo que padres de familia piden a las autoridades ambientales clausuren de forma definitiva a esta fábrica, pues con la temporada de calor la contaminación empeora en esta región.