Casi un centenar de hombres de la comunidad de Tenquizolco, municipio de Cuetzala del Progreso, se armó para enfrentar a integrantes de un grupo de la delincuencia organizada que, desde hace más de una semana, han irrumpido en esta localidad para atacarlos.
El comisario de la localidad, Manuel Rivera, señaló que los habitantes no pueden quedarse en casa para evitar el COVID-19, como recomienda el gobierno, porque no se quedarán cruzados de manos esperando que los delincuentes los asesinen a balazos.
Afirmó que, durante tres días de la semana pasada, llegaron 80 hombres armados con el propósito de someterlos, rodeando la comunidad, pero unos cien pobladores se armaron para enfrentarlos. En el enfrentamiento, murió uno de los habitantes del lugar.
Rivera reprochó que, pese a que pidieron el auxilio de las fuerzas del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal, no llegaron a Tenquizolco, sino hasta cuatro días después de ocurrido el ataque.
El comisario informó que este grupo armado ha realizado una serie de amenazas y hostigamiento a las comunidades de la región. Recordó que a finales del 2019, una organización armada le ofreció un trato para que la comunidad le dejara el paso libre a cambio de su tranquilidad; poco después aumentaron sus exigencias para que se unieran a ellos, pero los habitantes rechazaron las ofertas.
Rivera explicó que Tenquizolco es el paso obligado para llegar a la cabecera de Cuetzala del Progreso y otro camino que conduce a Cocula e Iguala, donde están ubicadas unas minas. Según el comisario, la estrategia de estos grupos es tener controlado este territorio para poder extorsionar a las empresas mineras y a todos lo dueños de la tierra, y para traficar drogas.
En 2013, cuando integrantes de La Familia Michoacana invadieron la comunidad y catearon casas, secuestraron y robaron, los habitantes formaron su propia policía comunitaria, logrando expulsar a los delincuentes.