Las pugnas y presiones por incrementar el presupuesto para 2020 llegaron al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien recibió reclamos directos de diputados de Encuentro Social y de Morena.
El pasado jueves, en una reunión a puerta cerrada en el Palacio Nacional, legisladores federales reclamaron al Mandatario un aumento en el gasto para el campo y eficiencia de su administración, en particular de los super-delegados, para bajar los recursos a municipios, estados y regiones.
De acuerdo con algunos asistentes, el presidente inició la reunión con un reconocimiento a los legisladores por las reformas aprobadas.
Sin embargo, cuando abordó el tema del presupuesto, la diputada María del Carmen Cabrera Lagunas, del PES, vinculada a la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC), demandó a gritos que se asignara más dinero para la agricultura.
Según los testigos, se sumó a los gritos la diputada Adriana Paulina Teissier Zavala, también del PES. Al escuchar las interpelaciones, provenientes del fondo del Salón Tesorería, el morenista Eraclio Rodríguez cuestionó al Presidente sobre la compra que realiza de granos como el maíz.
Integrantes de la bancada de Morena relataron que López Obrador interrumpió su discurso y respondió a los inconformes.
"El Presidente hizo un alto a su elocución y dijo que una cosa es el campo y otra cosa las organizaciones que se dedicaban a pedir recursos para el campo. Que no estaba en su ánimo dar datos precisos de cuánto dinero se iba a las organizaciones y no al campo", relató uno de los diputados.
Los morenistas refirieron que el Mandatario detalló que el incremento a ese rubro para 2020 sería asignado a Bienestar, pues una de las apuestas clave es el programa Sembrando Vida.
Incluso pidió a los legisladores soportar las presiones de protestas y manifestaciones para mantener el enfoque de dar prioridad a los programas que entregan recursos directamente a las personas y no a las organizaciones.
"Varios presidentes de comisiones muy importantes también pidieron presupuesto y él dijo que se le apoyara en sacar sus programas prioritarios, que no alcanzaba para lo de antes y lo de ahora.
"Dijo textualmente: ayúdennos a que salga el presupuesto, manden al carajo a quien quiera moche, no se preocupen por las movilizaciones que son de líderes charros, líderes acostumbrados a vivir como fifís usando el hambre de la gente", detalló otro de los asistentes.
Según las fuentes, Irma Juan Carlos, diputada morenista de Oaxaca, se unió a los gritos desde su lugar para denunciar que los recursos no llegan, lo que detonó algunas quejas en contra de los llamados super-delegados.
Otros legisladores aseguraron que el presidente respondió a ese reclamo, negó que los recursos no se entreguen a la población y retó a los inconformes a presentar denuncias formales.
"Dijo que es más grilla que verdad y que si hay datos concretos se denuncien bien para proceder. Que lo que ha visto han sido grillas", agregó otro.
Para ese momento, se había perdido el ambiente cordial con el que inició el encuentro.
"Los estoy viendo muy conservadores", dijo el presidente de acuerdo con el relato.
"El Presidente se quejó de que algunos no entienden lo que se está construyendo, que no acaban de entender el papel histórico que nos corresponde, que no es correcto que haya politiquería y conminó a levantar la mira", refirió otro morenista.
López Obrador optó por concluir la reunión y abandonar el salón.