En lo concerniente a la construcción y supervisión del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó pagos indebidos por 2 mil 407.6 millones de pesos durante 2018.
Al presentar un nuevo paquete de auditorías al proyecto aeroportuario que se realizaba en Texcoco y que fue cancelado por la actual Administración, la ASF encontró irregularidades en distintos conceptos de la obra. Las más importantes están señaladas en el contrato de la Gerencia del Proyecto, que estaba a cargo de la empresa internacional Parsons, que tenía la función de revisar todos los trabajos para que estos se ajustaran conforme a lo planeado.
En la Auditoría 417-DE, el organismo indicó que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) suscribió originalmente con Parsons un contrato por 2 mil 361.9 millones de pesos, sin embargo, después se firmaron cinco convenios modificatorios que elevaron esta cantidad a 4 mil 903.5 millones.
"El monto total ascendió a 4 mil 903 millones 566.8 miles de pesos de los cuales se habían pagado 2 mil 501 millones 574.2 miles de pesos al 31 de enero de 2019, no obstante que el avance físico-financiero de las obras para las cuales se contrataron sus servicios era del 21 por ciento, según lo reportado en la página web de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes", indicó.
En este contrato, la ASF encontró que se hicieron pagos indebidos por 652.8 millones de pesos debido, entre otras cosas, a que no se acreditaron ciertas especificaciones del contrato; 356.6 millones de pesos por pagos de precios fuera de catálogo y 573.3 millones de pesos por pagos efectuados con un catálogo distinto al acordado y 15.9 millones de pesos por hardware y software operacional que no pudo ser utilizado.
El órgano fiscalizador también determinó que hubo pagos indebidos por 541.3 millones de pesos en los trabajos de limpieza y nivelación que se hicieron en el terreno, en el que se pagaron algunos conceptos a sobreprecio y volúmenes sobreestimados de tezontle.
En el caso de la Torre de Control, la Auditoría señaló que los pagos improcedentes sumaron 134.9 millones de pesos, entre otras cosas por trabajos mal realizados, como fue el suministro, la habilitación y montaje de perfiles estructurales y el mástil de la estructura, cuyas pruebas de calidad de la soldadura fueron rechazadas.
En la losa de cimentación, la ASF revisó ocho conceptos por un importe de poco más de mil 140 millones de pesos.
De acuerdo con el organismo, las inversiones para la obra se presupuestaron, ejecutaron y pagaron de conformidad a la normativa aplicable; no obstante, se asignó una obra adicional fuera del contrato que incrementó el costo del proyecto en un 78.5 por ciento, y el tiempo de ejecución en un 43.8 por ciento.
Además, la falta de estudios previos y proyectos ejecutivos completos antes de la adjudicación de la obra, implicaron un incremento adicional de más de 8 por ciento, con lo que el aumento total en el costo fue de 86.7 por ciento.