Más de la mitad de migrantes hondureños que conformaba la nueva caravana hacia Estados Unidos ha sido deportada o retornada voluntariamente desde Guatemala, según un informe del Instituto de Migración de ese país.
De los 4 mil que estiman ingresó de manera irregular, han regresado 2 mil 159. Del total, 672 fueron deportados y mil 487 decidieron regresar voluntariamente, detalla el reporte oficial.
Fuentes militares y migratorias de México y Guatemala señalaron que existe una coordinación entre los países para que los migrantes no arriesguen su vida en el intento de cumplir el sueño americano.
Además, que los Gobiernos mantienen medidas sanitarias, ya que la pandemia del coronavirus y el flujo masivo irregular de personas representa un reto por posibles contagios.
Sin embargo, aún cientos de migrantes avanzan hacia la frontera con México en grupos que pretenden entrar por Tabasco y Chiapas.
Más de un centenar ya se encontraba este sábado en el poblado de Tecún Umán, fronterizo con México.
"Nos ha costado llegar hasta acá y nos quieren devolver, tanto que hemos luchado", recriminó el hondureño Danny Saúl.
Dijo que la pandemia agudizó la pobreza y el desempleo en su país. Él trabajaba como taxista pero por las restricciones sanitarias los ingresos fueron insuficientes para su familia.
"Ya estábamos mal y con esta pandemia estamos peor", contó.
Heber Murillo salió de Cortés, Honduras, en busca del sueño americano pero teme no lograrlo debido al reforzamiento de la frontera sur.
Narró que durante meses no consiguió empleo y en ocasiones se dedicaba a labores del campo, pero con lo que obtenía no podría sostener a sus dos hijas, por lo que decidió emprender el viaje. En la ribera del Suchiate, del lado mexicano, existe un fuerte operativo desplegado desde el viernes para impedir el paso irregular de personas.