La Auditoría Superior de la Federación (ASF) denunció en 2011 que en la construcción de la Línea 12 del Metro hubo nepotismo, incremento injustificado de costos en estaciones y tramos, incluido el que colapsó el lunes, y una mala supervisión de la calidad de la obra y los materiales.
Al dar a conocer en aquel año los resultados de la revisión de la Cuenta Pública de 2009, la ASF informó que Enrique Horcasitas Manjarrez, quien estuvo al frente del proyecto, es hermano de Luis Horcasitas Manjarrez, quien en ese momento era miembro del Comité Ejecutivo de ICA y responsable de su unidad de Construcción Civil, a la que se asignó la Línea 12.
"La entidad fiscalizada formalizó en forma indebida el convenio modificatorio núm.1, en virtud de que en la revisión de la documentación proporcionada se detectó que los apellidos del Director General del Proyecto Metro del Distrito Federal, coinciden con uno de los Directores Generales de Construcción de ICA, S.A. de C.V., quien fue promovido a Vicepresidente Ejecutivo de la misma empresa, por lo que en virtud de que el convenio es una extensión del contrato se advierten modificaciones con ventaja para el consorcio", acusó la ASF.
Los incrementos, detalló la Auditoría, fueron del orden de 2 a 169 por ciento. También se incrementaron los porcentajes de los anticipos de 20.9 a 37.4 por ciento en demérito de los intereses del Gobierno de la Ciudad de México.
El proyecto de la Línea 12 fue adjudicado en 2008 al consorcio conformado por ICA, Carso Infraestructura, Construcción SAB y Alstom Mexicana, por 15 mil 290 millones de pesos; sin embargo, el costo final de la obra ascendió a 26 mil 200 millones de pesos.
Además del nepotismo entre el encargado del proyecto y uno de los directivos de las empresas constructoras, la ASF reportó que se hizo un cambio al trazo original de la obra sin que se justificara debidamente y hubo incrementos en tramos que no sufrieron modificaciones respecto del proyecto original, entre ellos el que colapsó el lunes entre las estaciones Los Olivos y Nopalera.
"La entidad fiscalizada no acreditó las modificaciones e incrementos en el monto de las estaciones y tramos que se pactaron en el contrato original a Precio Alzado y Tiempo Determinado y que, por medio del convenio modificatorio No.1 del 26 de diciembre de 2008, modificó el costo sin motivar ni fundamentar incrementos en la Nave de Depósito Mixcoac y en los tramos: Tláhuac-Tlaltenco (superficial ); Zapotitlán-Nopalera (elevada); Nopalera-Los Olivos (elevado); San Lorenzo-Periférico Oriente (elevado); Periférico Oriente-Calle 11 (elevado); ESIME Culhuacán-Barrio de Tula (elevado); Eje Central-Parque de los Venados (subterráneo), los cuales no tuvieron modificación alguna con el nuevo trazo", señaló.
También, indicó, hubo deficiencias en la supervisión de la realización de la obra y la calidad de los materiales. "Como resultado de la revisión de los controles de calidad y pruebas de laboratorio proporcionados por la entidad fiscalizada relacionados con el contrato de obra pública núm. 8.07 CO 01T.2.022, se detectaron deficiencias en el control, valoración y seguimiento de calidad de los trabajos ejecutados por el consorcio, tampoco hubo control de los programas de intensidad de muestreo y seguimiento de las pruebas de laboratorio", indicó.