Aunque pocos, aún pueden observarse lectores por las calles de la capital mexiquense.
Y es que los dispositivos móviles y las redes sociales han ido poco a poco desplazando a los libros y las revistas.
Parques, jardines y plazas públicas son los principales espacios utilizados por aquellos que aún gustan de la lectura al aire libre, manteniendo viva esta práctica esperando algún día vuelva a posicionarse en el gusto de las personas.