Al menos una persona ha fallecido y varios edificios se han venido abajo por un potente terremoto que ha sacudido este viernes la zona centro de Japón y que, pese a provocar una ligera subida del nivel del mar, no ha llevado a las autoridades a decretar la alerta de tsunami.
La Agencia Meteorológica ha situado el epicentro del seísmo en la península de Noto, en la costa oeste del país, y ha confirmado que tuvo una magnitud de 6,5 en la escala de Richter. Los temblores se originaron a unos 12 kilómetros de profundidad, según el informe oficial, recogido por la agencia de noticias Kiodo.
Pueden haber más víctimas
Un hombre ha fallecido tras caerse desde una escalera en la ciudad de Suzu, donde también se han registrado varios derrumbes, según las autoridades locales, que no descartan que pueda haber personas atrapadas bajo los escombros.
El terremoto ha provocado también cortes en el servicio ferroviario, aunque no ha afectado a las centrales nucleares más cercanas. La Agencia Meteorológica de Japón ha advertido de que en los próximos días pueden producirse réplicas importantes, algunas de ellas con magnitud superior a 6.
Unas horas más tarde, un seísmo de 5,8 grados ha sacudido nuevamente la zona, al oeste de Japón, con una profundidad de unos 10 kilómetros, según ha informado la Agencia Meteorológica de Japón, que no emitió alerta de tsunami.
Este seísmo ha alcanzado el nivel 5 en la escala japonesa de 7 niveles, centrada en medir la agitación sobre la superficie y los daños, en las prefecturas más próximas al epicentro.
El Gobierno ha creado un centro de respuesta ante terremotos dirigido por el primer ministro, Fumio Kishida, ha dicho Matsuno. "El primer ministro Kishida nos ha dado instrucciones para que hagamos todo lo que esté en nuestras manos para el socorro y el rescate", ha añadido.
"Tomaremos las medidas que sean necesarias, dependiendo de los daños y el impacto", ha expresado Matsuno en respuesta a una pregunta sobre si el terremoto afectaría a los planes de Kishida de visitar Corea del Sur a partir del domingo.
Fuente: La Vanguardia